Allí entrevistamos a los trabajadores para que nos contaran algo sobre la historia de fantasmas aparecidos que por el pueblo estábamos escuchando y sobre todo de boca de nuestro amigo y compañero Manuel Jesús Delis, investigador local. Como en casi todos los lugares oficiales nunca nadie se atreve a contestar con rotundidad la positiva existencia de fantasmas en estos lugares. Pero lo cierto es que hubo algo que nos sorprendió y es que en ningún momento nos dijeron un no por respuesta. Nadie confirmaba nada pero tampoco lo desmentían con rotundidad. Fue ahí cuando nos dimos cuenta de que toda esa historia de fantasmas que se contaba por el pueblo podía ser verdad.
Un edificio construido en el siglo XVIII era difícil que no tuviera una leyenda sobre posibles visiones espectrales en el interior del antiguo palacio de Benameji. Según algunos antiguos trabajadores de aquel museo, en las horas de invierno cuando ya se pone el sol y se oscurecen las tardes como si fuera de noche, se veía el espectro de una de las marquesas de Benameji paseando por los largos pasillos de la planta superior. Y no solo se veía este fantasma de aquella marquesa, sino que también se escuchaban sus pasos por aquel gran patio porticado. Además también se cuenta la leyenda en el lugar de que el posible espectro de una general de la armada pasea por aquel lugar en busca de la persona que lo mató, un soldado de artillería en la época cuando aquel enclave era un cuartel militar. Según el historiador ecijano Manuel Jesús Delis, toda esta historia viene de una mañana del mes de Enero, cuando el general estaba paseando con su mujer por el interior de cuartel se produjo un crimen a punta de espada. Un soldado que residía en el mismo cuartel se aproximo a él y le cortó la cabeza de raíz. El motivo que tenía por haber cometido este crimen era que aquel joven soldado estaba locamente enamorado de la mujer de aquel general. Desde ese mismo día, se cuenta que el espectro del general se pasea por los pasillos de aquel edificio buscando a ese joven soldado.
Si alguna vez deciden ir a visitar el pueblo de Écija no se olviden de pasear por la calle Cánovas del Castillo y si veis el museo abierto, no dudéis en entrar y visitar las espectaculares obras históricas que posee en su interior. Quién sabe… quizás el fantasma de la marquesa y el justiciero general se estén paseando justo al lado de ustedes. Estad muy atentos.
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